¿Podemos dar valor renovado, a la cadena productiva de productos agrícolas, de los cuales se alimenta la humanidad?

Esta pregunta es de actualidad, cuando en el mundo se habla de ruptura de la cadena de abastecimiento y más aún cuando vemos que la inflación ha impactado en productos alimenticios de primera necesidad como el trigo y el maíz. Son múltiples los factores de “la tormenta perfecta” que ya ha manifestado sus primeras consecuencias inflacionarias, en todo el mundo y a tan solo 6 meses de haber comenzado el 2022, pero, ¿eso fue todo?, ¿ya comenzará a recuperarse el abastecimiento?, ¿es algo en que la ciudadanía debe invertir su tiempo en entender y atender?

La respuesta es NO ha terminado el problema, acaba de comenzar y por lo tanto Sí, será un tema de importancia capital la alimentación sostenible de nuestras poblaciones, a precios asequibles por lo cual deberemos prestar atención y energía para resolver el problema, los Silos de granos en todo el mundo están en cotas mínimas y probablemente esto precipite un nuevo incremente de precios en COMODITIES de granos en general y aceites.

Desde mi perspectiva creo que debemos atender al agro, un sector ampliamente desconsiderado en nuestra sociedad y mi aportación será, la de crear valor en la cadena de distribución y en la producción como tal, por ejemplo, la Banca otorga créditos para los agricultores de comodities como el maíz, lenteja, soja, etc. En base a distintas garantías caso como el de Agrotoken de Argentina, viabiliza el que la garantía sea el producto final almacenado en un silo, cuyo valor, está determinado por el mercado internacional, el cual en los últimos años está en constante alza y por lo tanto es lógico que Bancos como el Santander de España, aceptó el riesgo de tomar dicho producto almacenado como garantía de un crédito. Pero ¿qué hay con los productos frescos como las lechugas y tomates? Pues sencillamente estos productos con mayor perecibilidad, no pueden actuar como respaldo por un crédito, por lo tanto una entidad financiera solicitará una garantía material como puede ser una prenda de maquinaria, hipoteca sobre tierras u otros de esta magnitud. Lo cual hace muy arriesgado para el agricultor aceptar el trato.

En algún metaverso me pregunto ¿qué sucedería sí? los productos frescos recibiesen un tratamiento mediante contratos de compra/venta (Smart contracts), es decir existiese un potencial comprador que le interese garantizar su cadena de abastecimiento, como un supermercado, restaurante, etc. Y que esté dispuesto a adelantar un dinero para lograr este fin. El agricultor recibiría financiamiento directo por parte del cliente final y se sometería a cumplir lo que el contrato propone, que es garantizar un aprovisionamiento mínimo para su cliente. Hasta aquí todo bien, es factible, de hecho, ya se hace, aunque con grandes problemas y lentitud para cerrar un trato de esta naturaleza. Sin embargo sí se establece un sistema entre interesados, es decir agricultores y clientes finales, que use sensores remotos con IoT y block Chain, se podría avalar la existencia de los productos frescos en el agro y además descontar estadísticamente, el producto que se dañará por factores climáticos, de manipulación o de logística de transporte, es decir tendríamos como resultado que el producto ofrecido, podría llegar a ser una cantidad X a la cual se le descuenta un Y% por pérdidas cualitativas y el resultado, sería lo que realmente podría recibir el cliente final. 

Pienso que algunos sectores de la Banca social y/o agrícola podrían asumir este riesgo, minimizado por un sistema como el esbozado, para otorgar crédito a los productores, en base a la garantía del producto como tal y no por las tierras o maquinaria del productor. 

Esta es una idea, que requiere puntualizaciones y conversaciones que acuerden procedimientos entre los interesados, para obtener como resultado final un esquema de financiamiento agrario moderno con uso de nuevas tecnologías.

En ThinkersPRO, crecemos con ideas innovadoras que mejoren al mundo, pues seguiremos esta propuesta como agua que discurre entre las rocas, hasta llegar a su destino.